El llamado Camino Viejo, enlaza Andújar con el cerro del Cabezo cruzando el Lugar Nuevo. Este es, para los que apreciamos el mundo natural, un territorio privilegiado, de acceso muy restringido y altos valores medioambientales (si se sabe apreciar y mantener los sentidos alerta), y hacen por tanto, que el recorrido del Camino Viejo tenga un valor intrínseco especial, que nada tiene que ver con la apropiación histórica del fervor romero. La única propiedad que se puede atribuir a la romería, es la de los interminables restos de su paso, en forma de plásticos, latas, botellas… y otras cosas a veces impensables.
Para marcar su posesión, le han puesto nombres a las cuestas, han dejado en el monte "monumentos" al peregrino y a las carretas. Y el sendero convertido en polvo.
Para marcar su posesión, le han puesto nombres a las cuestas, han dejado en el monte "monumentos" al peregrino y a las carretas. Y el sendero convertido en polvo.
Pero nosotros vamos a lo nuestro, que es disfrutar del monte, a trotar donde se pueda, y donde no, a caminar; a paso ligero, como de vuelo bajo, casi sin poner los pies en el suelo. Y sin prisas y disfrutando de los paisajes, devoramos los 19 kilómetros al Santuario en poco más de tres horas. Una ojeada al lugar, bocata y vuelta a Andújar.
Los puntos más interesantes son la Cuesta del Madroño, por su variedad botánica, y las vistas que enseña del corazón de Lugar Nuevo (se podría decir que es un Parque Nacional dentro del Parque Natural de Andújar) el río Jándula, el puente romano, y las dehesas de Lugar Nuevo.
Hay que ir con cuidado de no perderse las vistas desde la cuesta de los Caracolillos. Y por supuesto, prestando atención, es más que probable ver buitres leonados, negros, y en nuestro caso, un aguila imperial marcando territorio con sus vuelos picados en ondulaciones repetitivas y sus gritos característicos. |
Se puede pensar en un trayecto en tres tramos. De Andújar a la ermita de San Ginés. En continuo ascenso, atraviesa alguna finca de ganado de lidia y va ganando altitud hasta los 600 metros. De San Ginés al Río Jándula; se trata de un descenso continuo con algún tramo muy picado. El único punto de agua en todo el recorrido (Fuente del Madroño) está en esta bajada. El último tramo, del Río Jándula al Cerro del Cabezo, cruza primero las dehesas de Lugar Nuevo, para enseguida iniciar una dura subida (Cuesta de los Caracolillos) que remonta de nuevo hasta los casi 700 metros, donde se sitúa el Santuario de la Virgen de la Cabeza.
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