FEBRERO 2016. Hard Reset.
Después de unos meses desaparecido…
He cambiado el concepto. Siempre procuraba seleccionar fotografías libres de todo rastro de actividad humana. Guiado quizá por ese afán de asociar la vida salvaje y los paisajes inmaculados, como ejemplos de perfección y pureza, que además pudieran evocar entre nosotros la sorpresa y admiración por lo efímero de cada instante de vida más allá del hombre.
Un hard reset, es lo que le hacemos al teléfono móvil o al ordenador portátil cuando estamos hartos de que algo no funcione bien, y lo devolvemos a “estado de fábrica”, o tal y como lo adquirimos.
El hombre no puede reiniciarse. Pero sí que puede cambiar.
No he podido resistirme. Es la vista que tengo desde mi ventana…
Saludos a la lista…
He cambiado el concepto. Siempre procuraba seleccionar fotografías libres de todo rastro de actividad humana. Guiado quizá por ese afán de asociar la vida salvaje y los paisajes inmaculados, como ejemplos de perfección y pureza, que además pudieran evocar entre nosotros la sorpresa y admiración por lo efímero de cada instante de vida más allá del hombre.
Un hard reset, es lo que le hacemos al teléfono móvil o al ordenador portátil cuando estamos hartos de que algo no funcione bien, y lo devolvemos a “estado de fábrica”, o tal y como lo adquirimos.
El hombre no puede reiniciarse. Pero sí que puede cambiar.
No he podido resistirme. Es la vista que tengo desde mi ventana…
Saludos a la lista…
ABRIL 2016. Añisclo.
Y nos avanza la primavera en el sur. Pronto nos llenará el campo de colores, y de insectos, y de gorriones ocupando huecos improvisados donde anidar. Luego las chicharras alargarán las calurosas tardes de verano hasta la extenuación. Dicen que si algo te ronda mucho por la cabeza, entre los sueños, entre esas cosas que te atraen especialmente y sin saber el porqué, si extrañamente te inclinas hacia otra forma de vida, un lugar, una cultura… es probable que alguna de tus anteriores vidas tenga relación con esas sensaciones. Yo sólo he conocido Ordesa en otoño. Es la imagen que guardo, y casi prefiero pensar que permanece así durante todo el año. Pero esa inconsciencia, que cada vez que busco una foto para el envío me lleva a la carpeta de Ordesa, me hace pensar. Si será mi imaginación, las ganas de vacaciones, esa asociación de bienestar con aquellas montañas… o que, quizás, hace cuarenta mil años, más o menos, pasara algún otoño de una vida paleolítica entre aquellas montañas…
Saludos a la lista!!
Y.. para no saltarme la costumbre.. esta se la vamos a dedicar a los amigos de SEO (Sociedad Española de Ornitología) – Jaén… recordando días de campo y aves.. pero también a veces, migas, risas y abrazos que no se extinguirán!!!
Saludos a la lista!!
Y.. para no saltarme la costumbre.. esta se la vamos a dedicar a los amigos de SEO (Sociedad Española de Ornitología) – Jaén… recordando días de campo y aves.. pero también a veces, migas, risas y abrazos que no se extinguirán!!!
MAYO 2016. Olivar Ecolo.
Aproximadamente la mitad del aceite de oliva de Andalucía se produce en Jaén, que corresponde a una séptima parte de la producción mundial. Con un dato así, y siendo un producto que podría englobarse en los de primera necesidad, induce a pensar en que deriva de una región próspera e inteligente.
Y sin embargo, alrededor del mundo del olivar, gira un enjambre de pobreza, incultura, y pillaje incomprensible. Quizá consecuencia de los entresijos del mercado internacional, o de la famosa dejadez de la cultura latina. El resultado es innegable. Se exporta a granel, para volver a comprar envasado. Y si añadimos las consecuencias medioambientales que genera la forma de cultivo extensiva e intensiva… Mala empresa.
Hoy no tenía muchas ganas de pensar…
En la fotografía, un olivar de cultivo tradicional de un amigo de “la lista”…. ¿A que no estamos acostumbrados a ver un olivar así? Pues este, ¡da un aceite magnífico!
Y ya puestos.. se la dedicaremos a Juanjo!!
Saludos a la lista!!
Y sin embargo, alrededor del mundo del olivar, gira un enjambre de pobreza, incultura, y pillaje incomprensible. Quizá consecuencia de los entresijos del mercado internacional, o de la famosa dejadez de la cultura latina. El resultado es innegable. Se exporta a granel, para volver a comprar envasado. Y si añadimos las consecuencias medioambientales que genera la forma de cultivo extensiva e intensiva… Mala empresa.
Hoy no tenía muchas ganas de pensar…
En la fotografía, un olivar de cultivo tradicional de un amigo de “la lista”…. ¿A que no estamos acostumbrados a ver un olivar así? Pues este, ¡da un aceite magnífico!
Y ya puestos.. se la dedicaremos a Juanjo!!
Saludos a la lista!!