Pánico Vertical.
La idea de estar en lugares altos, sobrecoge y excita. No es exactamente lo mismo subir una montaña, que una pared de roca, aunque la adrenalina que se libera, acumula el mismo sabor amargo en la garganta, y se hace tan adictivo de una u otra forma.
La casualidad, o el destino, nos llevó a dar unos pasitos a pie de gato a través de un curso de iniciación a la escalada. Pensaba que aquello nos serviría para aprender a afrontar lugares y momentos en los que el pánico, el vértigo, el bloqueo, nos había impedido continuar y obligado a regresar con una extraña sensación de derrota en algunos senderos y montañas. Especialmente recuerdo el sendero de vértigo de subida, y las clavijas de Salarons en el Circo de Carriata, que nos "obligaron" a descender, con un pensamiento de impotencia y rabia instalado en la mente. Algo parecido pasó en el paso de la cadena de la Brecha de Rolando. Pero ahora... ¡el mundo vertical nos ha cautivado!
La casualidad, o el destino, nos llevó a dar unos pasitos a pie de gato a través de un curso de iniciación a la escalada. Pensaba que aquello nos serviría para aprender a afrontar lugares y momentos en los que el pánico, el vértigo, el bloqueo, nos había impedido continuar y obligado a regresar con una extraña sensación de derrota en algunos senderos y montañas. Especialmente recuerdo el sendero de vértigo de subida, y las clavijas de Salarons en el Circo de Carriata, que nos "obligaron" a descender, con un pensamiento de impotencia y rabia instalado en la mente. Algo parecido pasó en el paso de la cadena de la Brecha de Rolando. Pero ahora... ¡el mundo vertical nos ha cautivado!